Es posible que en los próximos días se pueda producir el transporte del dióxido de azufre desde el volcán de la isla de La Palma hacia la península ibérica. Aunque es un gas perjudicial para la salud en altas concentraciones y exposiciones prolongadas, la concentración estimada a nivel de superficie será muy baja y, por ello, no se estima que esta llegada de SO2 tenga efectos negativos en la salud.