Emotivo como siempre resultó el encuentro en la vía dolorosa vivido en la noche del Miércoles Santo torrevejense entre Nuestra Señora de la Esperanza, que se arrodilló hasta en tres ocasiones frente al paso de Nuestro Padre Jesús de la Caída en la confluencia de las calles Ramón Gallud con María Parodi.
Antes, desde la sede provisional de la parroquia del Sagrado Corazón, partió la Cofradía de la Convocatoria, antecediendo a la de Nuestro Padre Jesús de la Caída. Además en esta procesión se recuperaba la tradición de que las cofrades de la Santa Mujer Verónica volvieran a participar ataviadas con la mantilla española. Por su parte y desde el Templo Arciprestal de la Inmaculada, partió la cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz.
Ambas procesiones fueron discurriendo hasta el momento en el que al paso de Jesús de la Caída llegó a la intersección de la calle María Parodi, saliendo a su encuentro en la calle Ramón Gallud el paso de La Esperanza. Las miradas de las miles de personas se centraron en esa escena de piedad, cuando el paso de la Virgen se arrodilló en tres ocasiones a las órdenes del capataz, Juan José Ruíz, mientras que el paso del Cristo se alzaba en las mismas tres ocasiones, cuando así lo dispuso su capataz, Vicente Huertas. Todo ello a los sones de la Marcha Real y ante el aplauso unánime de todos los que tuvieron la suerte de coger un sitio en estas cuatro esquinas.
Fusionadas ambas procesiones en una sola, discurrieron hasta el Templo de la Inmaculada, a donde llegó el paso de la Virgen de la Esperanza con una hermosa "chicotá", y el acompañamiento de la marcha procesional "Caridad del Guadalquivir", interpretada por la Sociedad Musical Ciudad de Torrevieja - Los Salerosos, levantando una prolongada ovación de los muchos asistentes a este momento, que tuvo lugar pasadas las doce y media de la noche.