Consumo Recomienda Adquirir Gafas De Sol Que Cumplan La Reglamentación De La Ce

Muchas personas guiadas por la búsqueda de un precio bajo no son conscientes de los graves trastornos que implica el uso de unas gafas que además de no proteger, perjudican su visión

Unas gafas de mala calidad, cuya capacidad de protección solar sólo se limita a reducir la intensidad luminosa visible mediante el tono oscuro de sus vidrios, son más peligrosas que no llevar nada.

La exposición al sol sin protección puede originar importantes lesiones en la córnea, retina y cristalino, provocando conjuntivitis, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas. Los daños que provocan unas gafas inadecuadas no aparecen enseguida, sino después de algunos años, y en la mayoría de los casos las lesiones son irreversibles.

Es aconsejable que a la hora de la compra el consumidor tenga en cuenta que las gafas de sol deben adaptarse a sus características y necesidades para que su visión sea óptima.

Las gafas de sol ideales deben ser neutras desde el punto de vista óptico, tener un alto grado de protección contra los rayos ultravioleta.

Es fundamental la adquisición de unas gafas de sol en establecimientos autorizados donde se tengan en cuenta estos factores bajo la supervisión de un especialista capaz de aconsejar el filtro de protección solar más adecuado al cliente.

Desde Consumo se recuerda la obligación de que estos productos lleven el marcado de la CE, bien grabado o adherido al artículo en una etiqueta o en el envase. Además, en el etiquetado o en el envase debe llevar la identificación de la clase o la categoría de su filtro, ya que varía en función de cada persona y para que las quiere utilizar. La categoría del filtro va en función de la intensidad con la que deja pasar la luz, desde la clase 0, que permite pasar más luz, hasta la clase 4, que prácticamente no deja pasar la luz y no es apta para la conducción de vehículos.

Desde Consumo se recomienda prestar especial atención a los niños porque su cristalino es muy delicado y sus ojos absorben toda la radiación, por lo tanto, no se les debe comprar gafas de sol de juguete o que no cumplan estrictamente con la reglamentación de la Comisión Europea.