Con motivo ayer lunes del día mundial de la hepatitis, el hospital de Torrevieja ha querido recordar y repasar algunas cuestiones sobre esta enfermedad. La hepatitis A, la E o la afección por citomegalovirus o virus de Epstein-Barr, suelen curarse sin secuelas. Las más importantes son aquellas que pueden cronificarse, es decir, las causadas por los virus B y C. En estados avanzados pueden producir en algunos pacientes cirrosis e incluso desencadenar cáncer hepático.
Según el responsable de la Unidad Digestiva del Hospital de Torrevieja, José Antonio Correa, La hepatitis B, ha disminuido mucho gracias al programa de vacunación universal, para la que existen tratamientos efectivos: el interferón y antivirales como Lamivudina, Adefovir y otros. La elección del fármaco depende, entre otras cosas, de si el virus ha presentado alguna mutación en su estructura.
Según datos del Hospital de Torrrevieja “Doctor Manuel Gacía Gea”, la hepatitis C, por su parte, tiene gran relevancia en nuestro país. Se calcula una prevalencia que oscila en torno al 2% en España. Existen 4 genotipos de virus C y se detectan a través de análisis de transaminasas en sangre y serologías específicas, así como con técnicas de biología molecular.
El doctor José Antonio Correa ha señalado se está trabajando para lograr métodos no invasivos que valoren la importancia de la lesión hepática. En general se recomienda a los pacientes con hepatitis vírica prescindir absolutamente de las bebidas alcohólicas, tomar medidas higiénicas y de prevención sexual en la B y realizar consulta, tratamiento y seguimiento con su especialista.