La decisión de la asociación Hijos de la Inmaculada, anunciada esta misma semana, de elegir cada año a la persona que retira la mantilla de luto de La Purísima en la procesión del Encuentro, no está exenta de controversia. La familia que durante décadas se ha encargado de llevar a cabo esta tradición, y un grupo de personas ajenas a esta familia, ha mostrado su desacuerdo sobre esta decisión y ya ha iniciado una recogida de firmas.