La última noche del año sera celebrada por los torrevejenses en compañía de la familia, primero y con los amigos, después. Porque Nochevieja se presta a disfrutar de la calle, sobre todo llegada esa hora mágica que supone el fin de un año y el inico del siguiente. De nuevo, la plaza de la Constitución volverá a convertirse en lugar de reunión para comer las doce uvas de la suerte, al ritmo de las campanadas del reloj.