"Aquellos veraneos en Torrevieja" fue el titulo de una interesante conferencia dictada por los cronistas de Orihuela y Torrevieja, Antonio Galiano Perez y Francisco Sala Aniorte, respectivamente, en el Real Club Nautico de Torrevieja, ante numeroso público, durante la tarde del viernes pasado.
La conferencia presentó detalles curiosos e inéditos de una Torrevieja que, aún antes de tener nombre ,ya era lugar o destino vacacional para familias procedentes de Murcia o la Vega Baja del Segura. Allá por el año 1750, este lugar ya desplegaba un atractivo irrefrenable para cientos de personas, que acudían a la vera de la Torre Vieja para tomar los apreciados baños de mar, baños de ola y más tarde los baños de tina.
A lo largo del siglo XIX y a pesar del terremoto ocurrido el dia 21 de marzo de 1829, Torrevieja resurgió de sus cenizas para levantar 265 casas nuevas que los torrevejenses alquilaban a los veraneantes durante la época estival , para conseguir unos ingresos extra.
La aparición del ferrocarril multiplicó el atractivo de la ciudad de la sal. El veraneo en Torrevieja atraía , además de veraneantes, a un sinfín de feriantes y caseteros.
La ciudad de la sal desplagaba su potencial festero presentando concursos, conciertos, bailes, corridas de toros, teatro y cine, aunque por aquel entonces era mudo.
Los veraneantes traian la casa a cuestas. Era todo un ritual que comenzaba en julio y terminaba con el mes de agosto.Fueron veraneos de mecedora, guitarra y habanera. De batallas de flores, fuegos artificiales y actividades culturales en el casino.
La conferencia fue acompañada con la proyección simultánea de 192 fotografías de la época.
Francisco Sala y Antonio Galiano dedicaron la conferencia a Manuel Vera, fotógrafo torrevejense fallecido hace escasa fechas.