Puertas que se abren y se cierran a ritmo vertiginoso. Situaciones cómicas llevadas al límite de su desarrollo. Personajes que aparecen y desaparecen en el momento más inoportuno.Señoritas más o menos ligeras de ropa. Todo ello ligado a un entramado argumental que sirve de base a la historia que se cuenta, y da pie a que la buena y eficaz comicidad de los actores se manifieste de una forma espontánea y desenfadada.
La obra fue representada en el Auditorio del Centro Cultural Virgen del Carmen por el grupo de teatro Amtea, de Guardamar del Segura, durante la noche del sábado pasado. El público, que apenas llenó media entrada, disfrutó un buen rato contemplanto este divertido vodevil en dos actos titulado "Lenceria fina", escrito por Enrique Bariego.